lunes, 5 de noviembre de 2018

Llueve...



Llueve...

Llueve y las delicadas gotas de lluvia se deslizan por mi cara, humedeciendo mis labios, mis ojos y mi mirada.

Llueve y la humedad va calando mis pensamientos, mis emociones y mi alma, despojándome de oscuras sombras que se quedan en la nada.

Llueve y me pregunto hacia dónde van las nubes que descargan sobre mí todas sus lágrimas.

Llueve y mi imagen se refleja en un espejo titilante sobre el suelo, que me devuelve una sonrisa escondida y olvidada.

Llueve...

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