miércoles, 26 de septiembre de 2018

¿Vivimos apasionadamente el otoño?...








Después del paréntesis veraniego, otra vez estoy de vuelta con mis disquisiciones.

En este período estival, hemos cambiado nuestra actividad, en mayor o menor medida,
yéndonos de vacaciones, descansando, estresándonos, acalorándonos,…, el caso ha sido ir cambiando de actividad con el cambio de estación, con el calor que nos ha invitado a disfrutar del sol y de las fiestas que se han ido escalonando por muchas localidades a lo largo de estos meses de verano.

Ahora con el cambio de estación, andamos un poco alterados. La llegada del otoño también repercute en nuestras emociones. Estamos saturados del calor del verano, de la luz, de los desarreglos horarios provocados por las vacaciones, y nuestro cuerpo desea un cambio.

Nos irán inundando las nuevas temperaturas más frescas, a las que no estamos acostumbrados, pillándonos siempre desprevenidos, con los consecuentes resfriados. 

También tendremos menos horas de luz, preludio de una oscuridad que nos cubrirá emocionalmente y nos deprimirá, generando cansancio, dolores musculares y apatía. 

Las hojas secas y doradas que cubrirán el suelo de nuestras ciudades, jardines y campos, lejos de alegrarnos, irán desbordando en nosotros sentimientos de melancolía. 

A pesar de necesitar cambiar las altas temperaturas del verano por otras más llevaderas, echaremos de menos ese “buen tiempo”, lo que provocará en nosotros una resistencia que nos hará ver todo de otra manera, más gris y triste.

Con estos cambios de estación, tenemos la oportunidad de apreciar la vida que está a nuestro alrededor y, que no hace otra cosa que transformarse, invitándonos a hacerlo también nosotros.

Nos hallamos a menudo ante cambios no siempre provocados ni elegidos por nosotros, y qué mejor manera de afrontarlos que yendo a su par y no en su contra.

Podemos imitar a la naturaleza, ir cambiando, despojándonos de lo que nos va sobrando en una etapa para dejar paso a la siguiente con sus novedades y sorpresas, que no tienen por qué ser negativas.

Esperemos la llegada del otoño con todo nuestro potencial dispuesto a descubrir una nueva visión de lo que nos espera, dejándonos sorprender para disfrutar al 100% de cada instante de esta dorada estación.

¿Vivimos apasionadamente el otoño?...